¿A quién hemos de
mirar cuando los problemas no se hacen esperar?
A Jehová: “Eulogia entró
llorando, cuando todos asustados hablar la escucharon: “Es mi hogar: mi papá
está muy mal. A mi hermana la corrieron del trabajo, a mi hermano hace poco lo
asaltaron. Si es mi mamá sólo es llorar y llorar”—terminó de decir mientras se
quebrantaba aún más. Su maestro, el sabio Gaudencio le dijo con emoción estas
palabras a manera de consolación: “No importa cómo está tu situación, tienes
que aprender a no poner tu mirada en cada problema, mejor ponla en tu Dios. Él es
tu salvación y Él a vos te oirá y todo así cambiará” Cuentos del Reino, Daniel Aragón; “En Dios pondré mi mirada y mi
esperanza”; 24-05-2019.
La
situación en la familia puede ser, en momentos, bien afectada. El profeta
Miqueas nos describe en el capítulo siete que todos en cada familia de Israel,
están en una situación caótica. Los problemas en las familias no son nuevos, y
pueden afectarnos tanto, que si no nos asentamos en Dios, puede deprimirnos y
dañarnos. Miqueas nos recomienda: “Mas
yo a Jehová miraré, esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá.”
Miq.7:7.
Padre,
gracias te doy porque en mi familia primaria hay paz y tranquilidad; pero sabemos que en la familia más allá de
nuestros hijos, siempre hay situaciones convulsivas y problemas. Mas yo te miro
a Ti, porque Tú eres el Dios de mi salvación, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano
y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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