¿Qué es lo que
debemos de decidir?
No poner tropiezo
u ocasión de caer a nuestros hermanos al juzgarlos: “Aureliano a
Eulogia llegó juzgando: “Es que actúa como una perdida, todas las noches tiene
salida; no dice adónde va, con quiénes va, ni a qué va. Para mí que anda muy
mal”—se desahogó con su maestro, el sabio Gaudencio. El profesor se estuvo un
momento quieto, y al fin le aconsejó esto: “Aureliano, no juzgues a tu hermana,
ni a tu hermano. Cuando juzgamos a otros, es como ponerles una trampa y estamos
esperando que caigan. Por ello te digo no en vano: Cuando juzgas, tú te estás
afectando” Cuentos del Reino; Daniel
Aragón; “No juzguemos para no poner tropiezos”; 31-05-2019.
Los
daños en nuestros espíritus, mentes y emociones son tan complejos que se nos
hace imposible desmadejarlos en el tiempo.
Seguir los hilos hasta saber las causas y los porqué de las actuaciones
es algo inadmisible para nosotros, pero no para el Señor. Cada persona es tan diferente,
cada mente un laberinto que se impulsa por motivos distintos, que se controla
por diversas y enmarañadas circunstancias, movidas por sentimientos tan
diversos, que no podemos conocer las influencias que han afectado determinada personalidad.
Por eso, no juzguemos a los demás, no le pongamos tropiezos. “Así que, ya no nos juzguemos más los unos
a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al
hermano.” Rom.14:13.
Padre,
sólo Tú puedes amarme tal como soy, porque sólo Tú puedes entenderme. Así mismo
sólo Tú puedes darme las enseñanzas necesarias y la motivación para producir en
mí el cambio que Tú requieres de mí, para ser tu servidor e instrumento. Por ello, que no juzgue a nadie, ni a mí
mismo Señor, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón.
Feliz día en el Señor.
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