sábado, 20 de julio de 2019

En Él confió mi corazón y fui ayudado


¿Qué necesitamos para resistir los golpes de este mundo?
Un escudo: “Eulogia venía adolorida, por eso dijo resentida: “Sólo recibo golpes en esta vida, espadazos de personas que me abren mi pecho y me dejan muy herida. ¿Para qué seguir viviendo? Me tomaré, unas cien pastillas, y así de este mundo me iré”—expresó muy acongojada. El maestro Gaudencio compartió con ella estas palabras: “La única manera en que no puedas ser dañada, por esos punzantes golpes de espada, es que hagas de Dios tu escudo. Ahí, en ese escudo, llegarán los espadazos, más a ti no te alcanzarán ni te dañarán” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Jehová es mi escudo en Él confía mi corazón”; 19-07-2019.

Si dejamos a Dios que Él sea nuestro escudo, entonces ningún golpe de este mundo podrá a nosotros dañarnos. El desprecio, las ofensas, las conspiraciones y traiciones, los duros golpes serán amortiguados y recibidos por nuestra plena confianza en Dios, por su guía y dirección, por su Palabra y su esperanza: De esa manera se convierte en mi escudo y fortaleza. Sé que con Él siempre seré socorrido, por lo que se goza mi corazón y me hace cantar alabanzas a mi Señor. “Jehová es mi fortaleza y mi escudo; en él confió mi corazón, y fui ayudado, por lo que se gozó mi corazón, y con mi cántico le alabaré.” Sal.28:7.

Padre, sé mi escudo y mi fortaleza amado Dios, que siempre te tenga a Ti entre mis manos y brazos para que nadie pueda dañarme y en Ti siempre pueda refugiarme, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

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