domingo, 7 de julio de 2019

No se ponga el sol sobre vuestro enojo


¿Qué nos pide el Señor si nos enojamos?
Que no pequemos, que controlemos nuestro temperamento: “Eustorgia echaba humo, estaba muy enojada, por eso confesó malhumorada: “Qué se ha creído este Aureliano, anoche me dejó plantada donde nos citamos. Enojada aún estoy eso es un hecho, por eso voy a desquitarme, ahora saldré con Aurelio”—dijo adustamente. El maestro Gaudencio le dijo así astutamente: “No Eustorgia, uno puede enojarse pero también controlarse. No es necesario fallar a la moral, sólo porque estás airada. Una relación importante puedes severamente afectar” Cuentos del Reino, Daniel Aragón; “Enojarse sin en lo moral afectarte”; 06-07-2019.

Nosotros tendemos a actuar de una manera desbocada cuando estamos enojados. Pero hay que pedirle al Señor que podamos aceptar los disgustos y conservar la tranquilidad, y que la presencia del Espíritu Santo esté con nosotros para que nos traiga paz en medio de agobiantes situaciones, perturbadoras circunstancias y controversiales conflictos. Lo mejor para adquirir la tranquilidad inmediata, es perdonar y que el enojo no duerma en nosotros. Veremos entonces que Dios sí está al lado nuestro, cuando logremos esto: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,” Efe.4:26.

Padre, sea en mí tu Santo Espíritu para que me dé el poder de controlar mi temperamento y mis emociones, entre ellas el enojo. De tal manera que pueda actuar en forma que te agrade y te dé honra y a mí paz, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

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