¿Qué le dice mi
alma a Dios?
Tú
eres mi Señor y no hay para mí bien, fuera de Ti: “¿Qué es el alma? ¿Dónde está?”—preguntó Aurelio con mucho
recelo. Gaudencio lo escuchó y así le
contestó: “El alma es una de las tres partes que componen nuestro ser. Está compuesta por nuestro intelecto,
emociones, sentimientos y voluntad.
¿Dónde está? Tócate la cabeza y ahí
la encontrarás. Podríamos decir con
mucho ahínco, que el alma es nuestro sistema límbico. El mismo lo conforman: el hipocampo, núcleo
accumbes, la amígdala cerebral, la glándula pituitaria y el hipotálamo. Es
fabuloso, todo está unido a nuestro sistema nervioso y el sistema nervioso a
nuestros órganos. Una afectación
patológica a este sistema, y desde el alma la persona muy seguro se enferma” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “No hay
para mi alma bien fuera del Señor”, 18-06-2017.
El
hipocampo es el encargado de que podamos adquirir enseñanza a corto y largo
plazo; el núcleo accumbes se atribuye una función importante en el placer
incluyendo la risa y la recompensa, así como el miedo, la agresión, la adicción
y el efecto placebo. La amígdala
almacena las reacciones, emociones y sentimientos; y, las envía al hipotálamo
que a su vez segrega hormonas que alteran o calman a nuestro sistema nervioso,
que tiene efecto sobre nuestros órganos vitales. Odios, resentimientos,
amarguras, van a la amígdala, afectando al hipocampo (problemas de aprendizaje)
y envía información a la pituitaria que a su vez regula al hipotálamo y otras
glándulas, éste segrega hormonas que alteran
el sistema nervioso que afecta a nuestros órganos. O perdonas, haces bien y
sucede todo lo contario. Mira qué nos dice Dios en su Palabra: “Oh
alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; No hay para mí bien fuera de ti.” Sal.16:2.
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