A no huir, ellos
serán los que huirán: “…la derrota, si se acepta de la forma apropiada, no
tiene porqué ser un desastre. Ahora sabemos que no tenemos que huir, ni debemos
de nuevo tratar de superar la adversidad por medio de otra ofensiva precipitada
que sólo nos creará obstáculos más rápidamente de lo que podamos derribarlos.” William Wilson; “El Lenguaje del Corazón”;
“¿Qué es la aceptación?”; pág.271.
Muchos
de nosotros aprendimos desde pequeños a no enfrentar las consecuencias de
nuestros actos. Si podíamos culpar a otros, si aprovechábamos huyendo a tiempo
de la escena del delito, si gritábamos y altercábamos para confundir y enredar
el asunto, era mil veces preferible que afrontar la situación. También podíamos
huir de los problemas, de nuestros errores, de las responsabilidades. Pero hemos aprendido en el Señor a confiar en
Él y su palabra. Ya no tenemos que huir, porque de alguna manera al enfrentar
la terrible situación con Dios, ésta huirá de nosotros. “Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un
camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti.”
Dt.28:7.